GENERATRIZ

Esta obra se gesta a partir del planteamiento del encargo “Llevar arquitectura donde no la hay”; es así como se centra la búsqueda de la obra de arquitectura, en un contexto donde la práctica de la profesión no suele estar presente.

Al preguntarme ¿Cómo vinculo el territorio con la obra?, de inmediato rescato la particularidad de cada lugar y la manera de cómo el hombre, muchas veces a pesar de la carencia de recursos, logra potenciar lo que tiene a su alrededor. Es así como el territorio se pone al servicio del hombre, es decir la materia se pone a su disposición manifestando de ese modo su identidad. En nuestra Región hay muchos lugares en los cuales esa manifestación no se hace evidente, ya sea por razones de distancia, ubicación, accesibilidad o porque simplemente aún no es descubierta, así su potencial natural se descuida y la belleza que los hace únicos se pierde en el anonimato.

Ciertamente es eso lo que gesta en mi la inquietud de poner en valor aquello que el hombre tiene al alcance de su mano, el medio natural y cotidiano al cual pertenece, un medio muchas veces abundante y diverso, compuesto por lo que se tiene alrededor y lo que el mismo es capaz de construir.

Es en la ruralidad del valle donde nace esta obra de arquitectura, inspirada en lo vernáculo y en las costumbres locales, conjugando como labor de arquitecto aquello propio del lugar, con la técnica y una visión global. Las instalaciones comunitarias en Los Maquis es una obra que se introduce en el mundo socio-cultural del arriero – campesino, en donde se practica la vida en comunidad y en directa relación con su entorno precordillerano, es decir entre las montañas, el río y la interacción entre sus pocos vecinos.